martes, 16 de septiembre de 2008

Fin de semana del terror (aunque parezca titulo de película clasificación B)

El jueves a las 11:52 llegamos mi esposa, mi hija, mi cuñado y yo al hospital a internar a mi pequeña, traía 39.2ºc de temperatura y una diarrea de miedo, los que son padres y han vivido la angustia de llevar a un hijo al hospital saben de lo que hablo, no hay palabras para definir lo que se siente, el terror que vivimos mi mujer y yo no creo que sea comparable con algún momento por mas horroroso en el film español "REC", y es que se te viene el mundo encima, ¿se pondrá bien?, ¿no tendrá consecuencias?, ¿cuanto va a ser de la p... cuenta?... y es que aunque suene a estupidez también el dinero preocupa, aunque en ese momento estas dispuesto a vender medias (medias horas en las esquinas) con tal de que atiendan a tu hija de manera rápida, y perfecta, lo mejor es poco para ellos y si es necesario vender tu alma lo haces, porque al final sin tus hijos que mierda te va a servir el alma...

Bueno, la idea es que nos recibieron a la pequeña y rápidamente le dieron el tratamieto que el médico, unos minutos antes nos había mandado.

La gente siempre se queja de los hospitales, y yo no seré la excepción, pero la verdad es que a pesar de lo mal que la hemos pasado con las desveladas, los llantos de mi niña y de otros niños que estaban cerca de la habitación, el tener que dormir en el piso porque la cama que te dan para el acompañante es mas chica que la cuna donde dormía la pequeña, y que el agua caliente salía después de una hora y media de estarse tirando como si nos sobrara, la atención a mi hija fue muy buena, no puedo quejarme, las enfermeras estuvieron muy atentas a ella y si necesitábamos lo que fuera, ellas sabían que hacer para resolvernos la situación.

Al final y después de 3 días, el domingo por ahí de las 12:30 de la mañana salimos como peregrinos a la basílica, y es que con el pasar de los días vas llevando cosas para que los días sean mas cómodos o menos jodidos, así que el domingo salimos como con 4 bolsas de basura negras de esas como para los botes grandes, llenos de cobijas, almohadas, ropa, colchoneta, la nica de la pequeña, treinta muñecos para ver con cual se entretenía mientras le ponían una inyección, etc....

Al fin llegamos a casa, mas cansados que de costumbre, con la espalda molida y las nalgas mas planas (si es que se puede) por estar sentado junto a la pequeña, aun así debo de agradecer a toda la gente que vio por nosotros.

GRANDES AMIGOS, Y FAMILIARES, GRACIAS!!! GRACIAS!!!! GRACIAS!!!!....

por cierto, si sirven de algo los malditos SEGUROS DE GASTOS MÉDICOS, no hubo necesidad de pagar nada en el hospital ni a el médico...

1 comentario:

fjlp dijo...

Que bueno que se dispone de los recursos como el seguro de gastos, pero tambien esta el recurso humano, como los tios que estan dispuestos al apoyo en el caso de necesitarlo, y gracias a Dios que nos da la fortaleza.